Género: Comedia .
Director: Daniel Sánchez Arévalo
Intérpretes: Alicia Rubio, Antonio
de la Torre, Patrick Criado, Pilar Rubio, Quim Gutiérrez, Roberto Álamo y Verónica
Echegui.
Nacionalidad y año de producción: España,
2013
Duración: 101 min.
Fecha de estreno: 13 / 09 / 2013.
Productora: Mod Producciones,
Atípica Films.
Guionista: Daniel Sánchez Arévalo.
Fotografía. Juan Carlos Gómez.
Distribuidora: Warner Bros. Pictures
International España.
Música: Josh Rouse.
Calificación: No recomendada menores
de 12 años
SINOPSIS
El 11 de Julio de 2010 es uno de los días más importantes del
deporte español a lo largo de toda su historia: España juega la final del
Mundial de Fútbol de Sudáfrica ante los Países Bajos. Sin embargo, el joven
Efraín se enfrenta a un momento clave en su vida, su boda y ha elegido, sin
saberlo, quizás el día en que todo un país va a estar paralizado frente al
televisor. Sus hermanos Adán, Benjamín, Caleb y Daniel se vuelven a reunir otra
vez y en la ceremonia cualquier cosa puede pasar.
Bajo el apoyo financiero y mediático de Antena 3 llega a
nuestras pantallas la nueva comedia de Daniel Sánchez Arévalo,
ganador del Goya al Mejor Director Novel con Azuloscurocasinegro en
2006, que parte de la "disparatada" idea de una boda en el día más
importante del imaginario colectivo español reciente: el triunfo de España en
el Mundial de Sudáfrica de 2010, con el gol de Iniesta en los últimos instantes
de la prórroga. La ceremonia es la excusa perfecta para reunir a todos los
integrantes de una familia corriente y moliente, con sus problemas personales,
con sus devaneos y con sus dudas sentimentales siempre bajo un tono de humor
ácido "made in Sánchez Arévalo". Si en la comedia anterior, Primos,
ya nos mostraba las peripecias de un novio plantado en la iglesia el día de su
boda, que se ve arrastrado por sus primos al pueblo donde veraneaban de
juventud, en La gran familia española vuelve a tomar como
referencia un evento nupcial para radiografiar a la unidad familiar española,
con todos los elementos clásicos y representativos del universo cañí, con
claros guiños al deporte rey de nuestro país: el fútbol.
Sánchez Arévalo se rodea de viejos conocidos para integrar el
reparto de La gran familia española. Su "compinche"
Antonio de la Torre, ganador del Goya al Mejor Actor de Reparto por Azuloscurocasinegro
en 2006 y capaz de alternar la comedia con el drama de forma admirable como
hemos visto en Balada triste de trompeta o Grupo 7, se vuelve
a reunir con Quim Gutiérrez (Sangre de mayo, La cara oculta),
Goya al Mejor Actor Revelación por la película de Sánchez Arévalo anteriormente
citada. Además, la madrileña Verónica Echegui (Yo soy la Juani, Katmandú,
un espejo en el cielo) nos regala su presencia estimulante junto a Roberto
Álamo (Días de fútbol, Águila Roja), a Pilar Castro (Los
2 lados de la cama, Cuestión de sexo), a Alicia Rubio (Amar
es para siempre), a Patrick Criado (Los girasoles ciegos, Águila
Roja) y Héctor Colomé (El Lobo, Obaba) en el elenco.
CRITICA
La gran familia española es la crónica de una megacatarsis familiar en torno al gol histórico de Iniesta en el Mundial que se propone como jocoso estado de la cuestión de la institución (familiar) en una España que dejó de encontrar excusas para perder eternamente en la finalísima del Mundial de Sudáfrica, el día en el que murieron nuestros más arraigados complejos. El leit motiv es el tira y afloja de cinco hermanos, y algunas de las mujeres que por presencia o ausencia condicionan su vida en medio de un bodorrio en el que todos redimen sus faltas sacando al fin a pasear rencores durante largo tiempo reprimidos.
A diferencia de lo que ocurría en Primos o Gordos, donde la comedia se imponía artificialmente al melodrama, en La gran familia española Arévalo logra al fin compensar el difícil equilibrio entre los dos registros, pero no sin problemas. A caballo entre el dramón con aliento de epopeya familiar americana clásico y una moliente comedia de enredo coral de coartada nupcial, el director madrileño produce los mejores minutos de comedia de su filmografía hasta la fecha. En sus lances más inspirados, la cinta amaga maneras de alta comedia, los diálogos son, con frecuencia, brillantes, y los tiempos del disparate, físico y verbal, están muy bien medidos.
Pesa la querencia del director por el abigarrado popurrí de géneros, por el overbooking de registros, por el exceso de equipaje. Hay secuencias que no entran ni con calzador (el desfile bailongo de familiares en la ceremonia nupcial es de traca) y que entorpecen la buena química entre comedia y drama que define buena parte del metraje. Como casi siempre, Sánchez-Arévalo quiere abarcar demasiado: una ambiciosa y a veces contraproducente multiplicidad de tonos y una tendencia a sobrecargar el drama de encrucijadas sentimentales y abismos emocionales.
TRAILER:
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